sábado, 28 de junio de 2014

Nada, y todo, en realidad... (Domingo 28 de junio, día de san Vito de 1914)













Domingo 28 de junio de hace hoy cien años...día de San Vito (el 15 de junio del calendario juliano ortodoxo), patrón de los serbios...su día grande...conmemoran que en el campo de batalla de Kosovo, donde su pueblo fue planchado por los turcos en la Edad Media, un patriota fue capaz de matar al todopoderoso sultán de los otomanos en su tienda de campaña... 

Qué mejor día entonces para un magnicidio, se pregunta la red de conspiradores de los servicios de inteligencia serbios que ya han decidido terminar con la vida de Francisco Fernando, algo más que el heredero, título que parece maldito, del Imperio Austrohúngaro, la mayor potencia territorial de Europa tras Rusia y la segunda en población tras Alemania

FF de Habsburgo pretende terminar con las tensiones nacionalistas que costriñen el pluriétnico Imperio promoviendo un proyecto revolucionario como es la creación de una gran confederación, unos Estados Unidos Federales que aglutinen en un gran proyecto bajo el nexo común de la casa de Austria, a los diferentes territorios y reinos que adquirirían desde entonces su condición de países independientes unidos por sus vínculos históricos y la Corona, pero perfectamente libres para adoptar sus propias decisiones, potenciar sus lenguas y culturas, decidir su destino... 

Viena es entonces la cuarta ciudad más poblada del mundo tras Londres, París y Nueva York, la capital germana de mayor población (hoy tiene un millón menos de habitantes que cuando estalló la  guerra en 1914)... El imperio amenaza seriamente el predominio de París como capital europea de la cultura y la sofisticación, el auge del comercio se garantiza y defiende con una nueva flotilla de acorazados y submarinos en el Adriático que protege prósperos negocios y exportaciones... el PIB crece cada año medio punto más que el de Reino Unido y Francia y poco a poco se reduce la diferencia en poderío industrial e infraestructuras con el esto de potencias europeas salvo con la imparable locomotora alemana... El imperio alberga la mayor población judía de Europa, pero a diferencia de lo que ocurre más al Este, no son pobres y desarrapados aldeanos, músicos ambulantes, curanderos o humildes sastres, sino miembros de una pujante clase media urbana, plagada de intelectuales y artistas de renombre...y constituyen ya entre el 10 y 35 % de la población de las principales ciudades...  


Un proceso revolucionario que anticipó las bases de la Unión Europea y que contaba con grandes detractores dentro del Imperio, sobre todo entre los altos dirigentes austríacos, pero, muy especialmente, en la vecina Serbia, que veía así esfumarse su sueño de crear una Gran Serbia a costa de los territorios eslavos en manos de los Habsburgo, y cercenada su salida al mar por esa Croacia que ambicionaban poseer...todo ello con el padrinazgo del hermano mayor ruso, sometido en su propia esquizofrenia entre pacifistas y paneslavistas tras su inesperada debacle en la Guerra Rusojaponesa de una década atrás... 

Esa Serbia que se siente fuerte tras la derrota del Imperio Otomano hace apenas un año, en 1913, y que rabia cuando Austria-Hungría e Italia vetan su acceso al Adriático a través de la posesión de Albania, hasta entonces turca, y que pasa a ser independiente para no caer en manos serbias... Hay ganas de venganza en Belgrado... 

En julio de 1913, los serbios arrebatan una parte de Macedonia a Bulgaria (el resto pasa a manos griegas) después de que Rusia traicione su alianza con los búlgaros y deje claro un mensaje a las cancillerías europeas: incluso cuando no le asista la razón o los tratados firmados, Rusia siempre apoyará a sus hermanos del Sur... 

Es la espoleta que faltaba para completar el terrorífico artefacto que cambiará para siempre la faz que Europa se ha ido construyendo desde hace siglos... Los servicios secretos serbios entregan sus granadas y pistolas automáticas belgas FN modelo 1910 al grupo de tres jóvenes terroristas serbobosnios, a los que se suma un bosnio musulmán, para cometer el magnicidio contra quien aspira a coartar la expansión de Serbia con su proyecto de confederación imperial... Armas adquiridas de forma secreta en Bélgica en diciembre de 1913 y que fueron entregadas a finales de mayo a los pistoleros magnicidas, a los que previamente había instruido en su manejo 
el mayor Vojislav Tankosić.

Nada está dejado al azar... Se les elige muy jóvenes, por debajo de los 21 años, no sólo por la impulsividad y la falta de templanza, tan necesarias para asesinar a sangre fría, que se le supone a quienes aún están inmersos las últimas fases de su adolescencia, sino porque la ley austriaca no contempla la ejecución de menores de edad en caso de asesinato... Sino un máximo de 20 años en prisión, y luego esos 'patriotas', con apenas 40 años podrán volver a casa como héroes a los que honrar cada día de San Vito...cada 28 de junio... Está todo pensado dentro de la lógica del terrorismo que manejan quienes han diseñado desde sus despachos gubernamentales el asesinato... 

Austria-Hungría no tendrá apenas dificultades en destapar la trama, dado lo evidente de sus indicios...qué más da, piensan sus instigadores, si mamá Rusia nos protege de todo mal, y a ella, Francia...

Las órdenes están dadas, los documentos falsos, y las cápsulas de cianuro para suicidarse por sí algo saliera mal, entregadas... 

Son tan cutres los serbios que el veneno se encuentra en mal estado y no mata, sino que sólo deja un repugnante sabor en la boca a almendras amargas... Da igual, piensan en Belgrado, el Zar velará por Serbia si los asesinos fueran capturados y el veneno no calla sus lenguas...

Es domingo, 28 de junio, día de san Vito de 1914... Los terroristas esperan apostados... La archiduquesa Sofía no tenía que morir, su disparo iba dirigido al estricto gobernador de Sarajevo, pero así es el terrorismo... Todo vale para conseguir el objetivo final, aunque por el camino no deje de crecer la ristra de víctimas inocentes... 

No pasa nada...el Zar no dejará sola a Serbia, se repiten una y otra vez a modo de alivio... Ya habrá tiempo, en unos días, cuando llegue el ultimátum desde Viena, para reírse de la candidez austriaca y dejarles claro que San Petersburgo no permitirá el menor mal a Serbia...

Día de san Vito en Sarajevo... Hace 100 años... Fuera los seguros de pistolas y granadas... Allí vienen... Confiados... Ingenuamente descapotados... 

El mundo ya no volverá a ser el mismo... Nada, y todo, en realidad...