viernes, 29 de mayo de 2015

De cuando se temía al mormón tanto como al vampiro...





En 1922, mientras el 'Nosferatu' de Murnau aterrorizaba a medio mundo mostrando las horripilantes correrías de un insaciable vampiro centroeuropeo por Londres, otra película llenaba de angustia y pavor al respetable público británico: 'Trapped by the Mormons', versión libre de la exitosa novela 'The Love Story of a Mormon' de Winifred Graham, coautora también del guión y una de las grandes líderes de la cruzada antimormónica que se vivía entonces en la sociedad británica, y que venía de décadas atrás (no olvidemos que la primera y exitosa aparición de Sherlock Holmes tuvo lugar en la novela 'Estudio en escarlata', en la que la rama danita de los mormones tiene un papel decisivo como villanos).

En la película, dirigida por H.B. Parkinson, se relata la historia de las jóvenes ingenuas y virginales británicas que eran supuestamente captadas (un eufemismo para no decir 'seducidas') por 'malvados' mormones para llevarlas a la remota Utah como una de sus varias esposas, donde servirían como verdaderas esclavas de sus maridos... Una visión de la época de lo que hoy llamaríamos 'trata de blancas'... Para llevarlo a cabo, y según era la creencia popular en la sociedad victoriana de la época, los hombres mormones poseían de un poder inigualable, "un magnetismo sexual comparable al hipnotismo a cuyos efectos no podían resistirse las piadosas mujeres británicas". Casualmente las mismas propiedades de control mental que la tradición y la literatura atribuyen a los vampiros (que son, también fervientes defensores de la poligamia, como el mismísimo Drácula) y de la que 'Nosferatu' es también un buen ejemplo.

No hay más que ver la mirada obsesiva -luego copiada por actores como Bela Lugosi en sus draculinas intepretaciones- con las que el malvado protagonista, Isoldi Keene (foto 2), interpretado por el expresivo actor británico Louis Willoughby en el que sería su último film, controla y manipula cual autómata o marioneta a la virginal Norma Prescott, a la que da vida la entonces muy popular actriz Evelyn Brent (foto cuatro), una preciosa chica de talla menuda y natural de Florida, experta en representar mujeres de las más diversas procedencias, como su heroína española Mañuela (sic), la racial protagonista de 'The Spanish Jade' rodada ese mismo 1922 en nuestro país, o sus habituales papeles de rusa, por no hablar de la exótica Shanghai Lil del serial 'Jim de la Jungla', adaptación del excelso cómic homónimo de Alex Raymond y uno de los héroes más populares de entonces,. Una pena de que hoy se la recuerde más como esposa de su tercer marido, el popular cómico y bailarín de revista Harry Fox (nombre artístico de Arthur Carringford), que ha pasado a la historia por la invención de un animado baile al que dio nombre: el Foxtrot...

Nada en 'Trapped by the Mormons' es casual. El pérfido protagonista, aunque de apellido estadounidense, se llama Isoldi por ser un nombre de reminiscencias rumanas o húngaras, orígenes asociados a los vampiros... (poca gente recuerda que Transilvania perteneció al Reino de Hungría, y como parte de éste, al Imperio Austrohúngarohasta que fue desgajada y entregada a Rumanía tras el abyecto Tratado de Trianón a la conclusión de la Primera Guerra Mundial). La película fue todo un éxito en el Reino Unido, a pesar de las quejas de la comunidad mormona del país, que, en una gran lección de pragmatismo, aprovechó la gran controversia y expectación levantadas para practicar su apostolado en la misma puerta de los cines entre el público que acudía a las proyecciones, para que comprobaran lo poco que tenían que ver en realidad con esos 'pseudovampiros' con que se los identificaba. Así se ve en la primera foto, en la que tres 'apóstoles' mormones posan junto al cartel de la película a la entrada de un cine en Inglaterra.

El filme, que sí se exhibió en el Canadá, fue, sin embargo, prohibido en Estados Unidos, para evitar desórdenes y actitudes violentas contra los mormones, además de las denuncias de estos. Su gran éxito llevó a rodar una segunda parte al año siguiente: 'Married to a Mormon', de nuevo con Evelyn Brent en el papel de otra ingenua jovencita británica de gran fortuna que tras casarse con un mormón viaja con él a Utah, donde su marido contrae un nuevo matrimonio y se desata la tragedia...

'Trapped by the Mormons' fue reestrenada con otro título aún más alarmista y denigrante, si cabe, 'The Mormon Peril'. Hoy día, superada la controversia, la película es vista a menudo por el público mormón como cualquier película cómica de cine mudo...las carcajadas no faltan en cada proyección...   En 2005, un grupo de jóvenes actores rodó una nueva versión, también en blanco y negro, de tan singular clásico silente a modo de parodia... pero eso ya es -Kipling dixit- otra historia...